En el laberinto: Sin sentido

lunes, mayo 22, 2006

Sin sentido

4 comentarios:

Telîthâz dijo...: De pokito a pokito, se llena el jarrito.. la oscuridad es sólo un lugar donde las mascaras se caen, y todos son iguales, nada mas hay... si, los recuerdos pesan, y te mantienen presa, no puedes mover los pies, pero kedan las alas, srta Pablita, no las deje fenecer. El mañana se convierte en el hoy y despues en el ayer, es facil dar consejos pero es dificil entenderlos, comprenderlos, asimilarlos, si es facil dar consejos... Srta. Pablita ya tengo mi paraguas e impermeable puestos, la lluvia cae y solo se mojan mis pies.
Saludos desde Vesania; 5/22/2006 7:07 a. m.
Pab dijo...: Justo! Es fácil aconsejar, pero es difícil seguir uno mismo los consejos que da, y el que los recibe ráramente los lleva a la práctica (por aquello de predicar con el ejemplo la mayoría de las veces). Alas rotas hace semanas, intentando recomponerlas. Por ahora no está yendo mal la labor..
Sanevia, por mucha lluvia que caiga, si vas bien protegida no te mojarás y si el impermeable empieza a calar, lo mejor es meterse bajo techo o buscar a alguien que nos ceda un trocito del suyo. Aunque son malos tiempos para buscar gente dispuesta a mojarse con nosotros si es preciso...
Gracias por la visita, un besazo desde el Laberinto ;); 5/22/2006 11:32 a. m.
Anónimo dijo...: Sanevia: Totalmente de acuerdo, los pequeños pasos son los que recorren largas distancias, y los pijamas de cemento solo nos los ponemos nosotros.

Pablita:Mañana volverá a salir el sol, gracias a Dios siempre hay "mañanas" y siempre hay ratos mejores,solo hace falta ir recorriendo el caminito.
Y te digo lo que siemprte le digo a todos, nunca debemos de pensar que estamos solos, porque siempre hay alguien que esta dispuesto a servirte de paraguas, solo lo tienes que abrir tu.; 5/22/2006 11:58 a. m.
Pab dijo...: XDDDDDDDDD loca, es mi diván del Ikea, me lo tengo que comprar!!!!
Es mi caprichote del año.; 5/24/2006 1:56 a. m.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu como leños perdidos que el mar anega o levanta libremente, con la libertad del amor, la única libertad que me exalta, la única libertad por que muero. Tú justificas mi existencia: si no te conozco, no he vivido; si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.