martes, junio 20, 2006

Romeo y Julieta IV



Paris- Las lágrimas marchitan vuestro rostro.

Julieta- Poco hacen mis lágrimas: no valía mucho mi rostro antes que ellas le ajasen.

Paris- Más la ofenden esas palabras que vuestro llanto.

Julieta- Señor, en verdad no hay injuria, y más si se dice frente a frente.

Paris- Mío es ese rostro del cual decís mal.

Julieta- Vuestro será quizá, puesto que ya no es mío. Padre, ¿podéis oirme en confesión, o volveré al Ave María?

Fray Lorenzo- Pobre niña, dispuesto estoy a oírte ahora. Dejadnos solos, conde.

Paris- No seré yo quien ponga obstáculos a tal devoción. Julieta, adiós. El jueves muy temprano te despertaré (Vase).

Julieta- Cerrad la puerta, padre, y venid a llorad conmigo; ya no hay esperanza ni remedio.

Fray Lorenzo- Julieta, ya sé cuál es tu angustia, y también ella me tiene sin alma. Sé que el jueves quieren casarte con el conde.

Julieta- Padre, no me digáis que dicen tal cosa, si al mismo tiempo no discurrís, en vuestra sabiduría y prudencia, algún modo de evitarlo. Y si vos no me consoláis, yo con un puñal sabré remediarme. Vos, en nombre del Señor, juntasteis mi mano con la de Romeo y antes que esta mano, donde fue por vos estampado su sello, consienta en otra unión, o yo mancille su fe, matáranos este hierro. Aconsejadme bien o el hierro sentenciará el pleito que ni vuestras canas ni vuestras ciencia resuelven. No os detengáis; respondedme o muero.


Imposible olvido

1 comentario:

Pab dijo...

¿
Y no merecía la pena
...
?