Romeo y Julieta IV
Paris- Las lágrimas marchitan vuestro rostro.
Julieta- Poco hacen mis lágrimas: no valía mucho mi rostro antes que ellas le ajasen.
Paris- Más la ofenden esas palabras que vuestro llanto.
Julieta- Señor, en verdad no hay injuria, y más si se dice frente a frente.
Paris- Mío es ese rostro del cual decís mal.
Julieta- Vuestro será quizá, puesto que ya no es mío. Padre, ¿podéis oirme en confesión, o volveré al Ave María?
Fray Lorenzo- Pobre niña, dispuesto estoy a oírte ahora. Dejadnos solos, conde.
Paris- No seré yo quien ponga obstáculos a tal devoción. Julieta, adiós. El jueves muy temprano te despertaré (Vase).
Julieta- Cerrad la puerta, padre, y venid a llorad conmigo; ya no hay esperanza ni remedio.
Fray Lorenzo- Julieta, ya sé cuál es tu angustia, y también ella me tiene sin alma. Sé que el jueves quieren casarte con el conde.
Julieta- Padre, no me digáis que dicen tal cosa, si al mismo tiempo no discurrís, en vuestra sabiduría y prudencia, algún modo de evitarlo. Y si vos no me consoláis, yo con un puñal sabré remediarme. Vos, en nombre del Señor, juntasteis mi mano con la de Romeo y antes que esta mano, donde fue por vos estampado su sello, consienta en otra unión, o yo mancille su fe, matáranos este hierro. Aconsejadme bien o el hierro sentenciará el pleito que ni vuestras canas ni vuestras ciencia resuelven. No os detengáis; respondedme o muero.
Imposible olvido
1 comentario:
¿
Y no merecía la pena
...
?
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