O Caminho das Estrelas

-¡Cierra los ojos!

Me doy la vuelta y le veo sonriendo con un mapa en la mano.

-¡Vamos, no seas tonta! Confía en mí, cierra los ojos.

Le hago caso, cierro los ojos y siento cómo se sitúa detrás de mí, coloca el mapa sobre la mesa y coge mi mano derecha.

-Dame tu dedo índice. Lo voy a situar encima del mapa, una vez notes el papel, recórrelo entero con el dedo hasta que decidas en qué punto lo sitúas.

Sigo con los ojos cerrados, no he abierto la boca en ningún momento. Estoy un poco sorprendida.

Cuando noto la textura del papel en la yema del dedo lo dejo viajar. Sigo los pliegues, lo recorro despacio, intentando adivinar sobre qué zona estará situado. Hay momentos en que me apetece hacer trampas y entornar los ojos, pero me lo impido.

Siento su aliento en mi nuca. Ambos estamos en silencio.

Finalmente elijo una parte del mapa y lo marco con el dedo bien extendido.

- ¡Ya!.

Lo primero que descubro al abrir los ojos es que los cristales de mis gafas están un poco sucios. Esbozo una sonrisa y le miro.

- No, no, a mí no me mires. Mira tu próximo destino.

Vuelvo la cabeza y observo el mapa. Una lágrima se escapa y desciende mejilla abajo.

- Has elegido un camino, el Camino de las Estrellas. Ahora, con el destino elegido solo te queda emprender el viaje.


.:: La brújula loca, pero fija la Fe ::.