"Vivir, dormir, morir: soñar acaso"*

(...) Y hay también una cuarta categoría, la más preciada, la de quienes viven bajo la mirada imaginaria de personas ausentes.
Son los soñadores.

Milan Kundera.- La insoportable levedad del ser.

Porque hay momentos en los que sientes que el suelo se resquebraja bajo tus pies y comienzan a surgir plantas enormes que suben hacia el cielo. Y te enganchas a una de ellas esperando encontrar los rayos de sol que desde abajo no alcanzas a ver.
Después de la ascensión, rozas las nubes con la punta de los dedos y extiendes los brazos a ambos lados del cuerpo para que el calor acaricie cada parte de tu piel.
Y sientes un cosquilleo que te hace sonreir.
Miles de arco iris se dibujan en el cielo azul mientras pequeñas gotitas de lluvia mojan tu pelo.
Y en el pecho bulle una sensación extraña:

¿qué me pasa, doctor?, ¿es normal esto que siento?.

Soñar dormida, soñar despierta...

El caso es seguir soñando y esperando que eso que anhelas
acabe haciéndose realidad.

Cógeme la mano porque hoy tengo miedo,
abrázame fuerte porque me siento pequeña,
quizá es que aún soy una niña
y me asustan las cosas que están por llegar.

Al final todo cabe en una maleta. Todo, menos el nudo en la garganta que se hace cuando vas descubriendo y recorriendo nuevos caminos.

***

- ¿Te puedo besar? - dijo, mirándole a los ojos.

Entraría en tu luz
con una canción sencilla
tres notas y una bandera
tan blanca como el corazón
que late en tu cuerpo de niña

Dorian.- A cualquier otra parte



Imagen: Pab (Luces)



*Shakespeare.- Hamlet