F-E-L-I-Z
No todo en este sitio ha de ser malo, no?
Feliz es la palabra que me define desde hace un par de días, y me encanta esta sensación, leches, con la sonrisa a perpetuidad en la boca, con un bulle-bulle en el pecho y en la tripa, y recordando los pequeños (y grandes) detalles que me han llevado a sentirme así.
Feliz, sí, como Amélie cuando Nino llama a la puerta de su casa, abre y le recibe con muchos besitos, o como cuando van en la moto por Montmartre, o en el café des Deux Moulins cuando le mira a través del cristal donde está anotando el menú del día. Cambio la moto, los besos de bienvenida y mirar a través de cristales por colgarme de tu cuello mientras ocho mil millones de mariposas están revoloteando en mi estómago.
Yo feliz, y todos felices al verme feliz, qué más se puede pedir???
Facto Delafé y las Flores Azules.- El indio
(...) que a tu lado como un crío.
Que a tu lado lo rizo, a tu lado la crema,
a tu lado, lo subo, lo elevo, lo asciendo,
lo vuelo y lo planeo, peinando las nubes sí,
pintando el cielo.
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